Inauguración del ciclo de exposiciones: “Badalona a través de sus personajes célebres”

Ayer por la tarde tuvo lugar la charla inaugural del ciclo de exposiciones “Badalona a través de sus personajes célebres” organizado por Pompas Fúnebres de Badalona en colaboración con el Museo de Badalona.

En el acto, presentado por la señora Ana Gassió, Directora General de Pompas Fúnebres de Badalona, intervino la Sra. Margarida Abras, Directora del Museo de Badalona.

Para esta primera exposición se han elegido a tres personajes célebres de la ciudad de Badalona: el Sr. Cuyàs, historiador de Badalona y fundador del Museo de Badalona; el sacerdote Solà y Seriol, autor del primer plano conocido de la ciudad de Badalona; y el Sr. Domingo, conocido fotógrafo de Badalona.

Los cementerios de Badalona

La señora Abras repasó la historia de los cementerios de Badalona empezando por explicar los cambios en la cultura funeraria.

Hasta bien entrado el siglo XVIII los cementerios estaban ubicados en el centro de las ciudades. Fue en 1775, a través de un decreto del rey Carlos III, que los cementerios se desplazaron a las afueras de las ciudades para evitar la propagación de las epidemias y velar por la salud de los ciudadanos.

El primer cementerio que se inauguró siguiendo este real decreto, fue el de Poblenou en Barcelona en el año 1818.

En Badalona hubo discordia sobre la localización del primer cementerio extramuros: un grupo de ilustres ciudadanos abogaba para que se construyera en Llefià y otro en Can Soley. Finalmente se compraron los terrenos de Can Soley en 1845 y en 1846 se empezaron a vender los primeros nichos.

Sin embargo, y debido al crecimiento experimentado por la ciudad de Badalona a raíz de la llegada del ferrocarril en el año 1848, este cementerio pronto se quedó pequeño. Y en el año 1862 se decidió ampliar el cementerio, indemnizando al arrendatario de unas viñas colindantes que eran propiedad del Sr. Arnús.

La ciudad siguió creciendo y se vio la necesidad de construir un cementerio nuevo más grande. Primero se proyectó uno en Pomar, donde está sito el actual mercado de Pomar. El proyecto, que duró de 1902 a 1925 nunca llegó a construirse.

En 1925 se proyectó un nuevo cementerio en Llefià pensado para las personas de Sant Adrià de Besòs, ciudad colindante a Badalona que no cuenta con cementerio propio. Pero este proyecto tampoco prosperó.

Ese mismo año se aprobó la construcción del Cementerio de Sant Pere y en 1927 tuvieron lugar las primeras sepulturas.

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